Y se le olvidó respirar y se le olvidó latir…
Te damos aire, te damos electricidad, ¡te metemos drogas en vena que te enganchan a la vida!

Si se te olvida respirar te damos aire…
¡Y se le olvidó…el maldito infarto le paró corazón y pulmones!

Era lunes y hacía la compra, era verano y compraba fruta…

Me siento mal dijo al dependiente, se apoyó en un taburete, vomitó en sus zapatos y pidió un pañuelo para secarse ese sudor que le caía a chorros…
Un dolor intenso, una losa aplastaba su pecho, le faltaba el aire y en un momento dijo entre ahogo “Me muero”.

Eran las 12:15 cuando una cajera nos abría la puerta de la tienda cerrada.

¡Inconsciente, sin pulso…Está en parada!

El equipo se puso en marcha, sin palabras de por medio, inciamos masaje cardíaco, el monitor nos decía que había actividad eléctrica sin pulso…

De silla al suelo en decúbito supino, retiramos dentadura postiza, Vía del 18 dorso mano izquierda, guedel del 5, tubo del 20, nasogástrica del 18…

La adrenalina cada 3 minutos, alternados en masaje el sudor de nuestras frentes al suelo…el ritmo eléctrico pasa a fibrilación ventricular y la primera descarga del monitor…continuamos masaje

Más adrenalina, Bicarbonato 1 Molar…

Tercera desfibrilación y el ritmo pasa a sinusal, paso normal que permite vivir…

Tendrá otra oportunidad comenta el médico, es joven y no tiene antecedentes, según comenta su hijo que había acudido alertado por un vecino, lloraba, su hijo de 20 años lloraba…

Traslado a hospital, tras 24 horas en cuidados intensivos y un paso por hemodinámica, que le coloca 2 stent en sus estrechas y atoradas coronarias, le devuelven a una vida “normal”, una vida de 51 años cuyo reloj se puso a cero aquella mañana de verano.
“Dejé el dichoso tabaco y he perdido 20 kilos”, nos comenta unos meses más tarde cuando nos reconoció y vino a darnos unas gracias, unas gracias de corazón dijo, de ese que un día olvidó latir…Era un día que comíamos en el restaurante que hay junto a aquella tienda donde un día de verano olvidó latir, olvidó respirar…
En nuestra oficina te damos aire, te damos electricidad que te enganchan a la vida!
Y así otra batalla y así una profesión!

A veces la línea dejó de latir, la vida se fue dibujada en ese monitor y sólo nos quedó un adiós, buen viaje…
Cuida tus palabras, mima tus silencios…

A veces me faltaron palabras, cuando una vida se nos fue de las manos tras mucho sudor y esfuerzo, poco se podía decir…Un Lo Siento y vuelta al silencio.
Y vino el silencio…

Serás lo que hagas, digas o calles…

A veces la fuerza de las palabras supera la realidad de la acción.
A veces las palabras acarician un miocardio.
A veces las palabras arañan un alma.
A veces las palabras derriban muros, a veces los construyen
A veces ganan guerras y a veces las inician.
A veces marcan el principio, a veces su ausencia el fin.
A veces debí callar, aquello que no supe entender, nunca debí hablar.
A veces sólo a veces y siempre, sólo siempre, mide tus palabras, mide más tus silencios.

AlbertoLS

Se apagan luces, todo limpio, abandono la oficina…

Un hasta luego, un descanso.

Se cierra otro ciclo de trabajo intenso, vivido y saboreado a sorbo lento.

Echo este último vistazo, sé que en minutos la oficina se pondrá en marcha, alguien subirá a esa camilla y la batalla continuará sin mi.

Créeme si te digo que la voy a echar de menos, serán solo unos días, pero es que esto engancha,  ¡maldita adrenalina!

 

De camino a casa hago repaso ordenado de lo vivido en este año, hubo sombras, tocó llorar…aquellos dos niños cuyas vidas segadas, junto a la de su madre, ha sido sin duda mi trago más amargo.

 

Hubo luces, Isidro, Jacinto, Adela, el tío de Manu…luces que nos dieron aliento y fuerza.

 

Ganas de salir a pelear sin complejos, con ganas…Mil y una historia nos contaron durante los traslados…sus vidas, sus ilusiones, sus proyectos…muchos pensaron al vernos llegar que todo había acabado, esos chicos de amarillo venían a certificar el fin de su paso por esta vida. Lo que nunca pudieron imaginar es que acabarían riendo en una ambulancia…esas risas de Rosario camino de un cateterismo para liberar su coronaria del dichoso trombo, aún resuenan en mi cabeza…

 

Recuerdos de mil batallas, recuerdos que aún no me he ido y ya echo de menos, al final siempre recibo más de lo que doy, así es esta vida, así la vivo, así te la cuento…

 

Y así otra batalla y así una profesión.

 

#AlbertoLS

#MarcaPersonalSalud

 

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Cuando sobran palabras y se susurran emociones…

 

Era noche cerrada de domingo, el bochorno se podía cortar y la guardia estaba siendo penosa, el teléfono sonó y el aviso nos activó en segundos. Crisis convulsiva en varón de 26 años.

 

A los pocos minutos entrábamos en una casa de esas grandes, muy grandes, con escalera doble de película.

Nos había abierto la puerta un hombre tranquilo y amable…

 

Guille dormitaba sobre la cama húmeda y todo apuntaba que se encontraba post crítico tras cuadrado convulsivo tónico-clónico.

Al tratar de despertarlo un gemido ininteligible…

“Gille es un niño de un año con cuerpo de 26” dijo la madre…la dichosa anoxia perinatal le había condenado a ese déficit cognitivo de por vida.

 

Tensión de 123/74, saturación de 95{67b1d84c7ba24a3d72404dd7e2cff0195098073e148bc1a728d6d167952df1c9}, afebril, glucemia de 123 mg/dl, ritmo sinusal a 77 lxm y respiratoria de 16 rxm. Pupilas isocóricas medias y normoreactivas, no había relajado esfínteres…

En sus 26 años nunca le ha sucedido nada parecido, era su primer cuadro epiléptico, está sano como una pera, alguna alergia al polen y es un niño alegre.

Su mirada se clavó en la mía, mirada clara, ojos tristes…

Tras varios intentos de sus padres, de los otros compañeros, seguía sin querer moverse de la cama.

Le pedí al padre si me dejaba hablar con él, abrió los ojos como platos cuando le empecé a cantar aquella canción en su oído, esa canción de Marco, esa que durante años canté a Pablo y Jimena justo al ir a dormir…agarró mi dedo índice de la mano izquierda buscando algo a lo que aferrarse, buscando cerrar los ojos… ¡tenía sueño!

Tras acariciar su pelo y con el susurro de la canción, conseguimos pasarle a la camilla, nada más hice durante ese traslado al hospital, susurros y mecer su pelo fue su mejor tranquilizante, el mejor sedante…por el camino no pude evitar una lágrima…podría ser mi hijo, ¡qué injusta puede llegar a ser esta vida!

 

Le pasamos a la cama del box de observación con su mano aferrada a mi dedo…Un beso en la frente y un gracias fue mi despedida, al soltarlo y echar la vista atrás, una mirada de por favor no te vayas y otras dichosas lágrimas recorriendo mis mofletes!

 

Historias que recordar, Personas a las que merece la pena nunca olvidar…

 

Y así otra batalla y así una profesión.

 

 

 

 

Y aquí estoy, aquí estamos…45 años de camino

 

Llegué a la mitad del camino que tengo pensado recorrer!

 

Hoy cumplo años!

Un viejo cuadro, donde aparece dibujada la cigüeña que me trajo a este mundo en su pico y posada sobre un antiguo campanario, me recuerda que hace 45 años…que son nada o son mucho!

 

Agradezco infinito vuestras  muestras de cariño y felicitaciones, pero cuando cumplí los 40 dejé de creer en esto de cumplir años, me venía bien así ????

 

Era 21/07/72, hacía mucho calor y mi madre decidió nominarme, decidió expulsarme de su vientre, de mi paraíso…????

Y a las 3 de la tarde me lanzó al ring de la vida, ahí intuí que me iban a empezar a llover hostias como panes ????

Mi padre puso el aparejo al mulo “Valeroso” que así se llamaba el buen équido y abandonó la era para ir al pueblo a conocer a su retoño.

 

Largo, seco, negro y peludo vine al mundo según mi padre, precioso según mi abuela, ni decir tiene quién llevaba razón ????

 

Una mañana fría de invierno estuve a punto de ahogarme en el arroyo donde mi madre lavaba, con 7 años y criado en el campo, mis dotes de nadador aún eran escasas ????

Sabañones en orejas, llagas en las manos, frío, calor, barro y mucho sudor acompañaron mi infancia de felicidad suave en aquel campo…

 

Llegó la adolescencia…Rebelde y Rockabilly!!!…”Este hijo se nos pierde”, decía mi padre, decidió aplicar su fórmula…trabajo y más sudor que caía de la frente al zapato…

 

Y pasaron los años…

 

Mi madre alargó la mano y el tren abandonó la estación de Archidona, el niño iba a estudiar a Ceuta…No volví a casa hasta 3 meses después, eso sí, una llamada de teléfono cada domingo nunca me faltó!

 

Terminé la carrera con alguna Matrícula de Pundonor y muchas ganas de no volver al sudor y las llagas en mis manos!..El plan de mi padre había funcionado ????

 

Aprobé una oposición a escondidas, mi madre no quería que fuese militar y tuve que coger un tren a Madrid sin que ella lo supiese y antes incluso de los exámenes finales, para afrontar mi destino.

17 años felices y dos hijos maravillosos fue mi paso por esa gran familia, hubo dolor, hubo risas, aprendí compañerismo y otros valores en desuso, me hice hombre, crecí más por dentro que por fuera…

 

Y pasaron los años…

Otra oposición a escondidas, esta preparada durante un año en un sótano me llevó a una UVI MÓVIL! (Gracias Rocío por hacerlo posible).

Hoy miro a mi alrededor y veo que aquel sudor de mi juventud me empujó a este mi presente!…Del cual ya conocéis tanto o más que yo!

 

Soy enfermero de emergencias y soy feliz!

 

Con lágrimas, con agua salada en mis ojos, traídas por la ñoñería del recuerdo, quiero dedicar estas letras a mi mujer, mis hijos, mi familia, a mis amigos presentes, ausentes y pasados, a los que se fueron, a los que vendrán y a Ti por ayudarme a crecer!

Sin vosotros esos 45 años serían ese nada!

 

Así fue mi mitad del camino, así te la he narrado. Dentro de otros 45 no olvides volver a leer esa segunda mitad, yo estaré y espero que tú también ????

 

Gracias!

 

PD: Si te apetece leer otras historias, otras batallas, otras reflexiones… –> albertols.com

PD2 : Si quieres felicitarme puedes hacerlo en este post

Gracias de corazón!

 

Alberto Luque

 

Tiene 19 años y anoche decidió brillar

Tiene 19 años y anoche decidió brillar

Tiene19 años y anoche decidió brillar. Anoche vio luces, ¡la realidad le golpeó en toda la cara!

 

Decidió que iba a ser una noche especial, una noche de fiesta.

Decidió que la fiesta consistiría en beber un litro de vodka el solo y decidió hacerlo en menos de una hora.

Decidió acompañarlo de otro litro de bebida energética y algún porrito de nada, poca cosa…

Decidió que su pareja, sus amigos iban a comprobar quién manda, él es el puto amo.

 

Decidió e hizo…

¡Justo dos horas después la realidad le golpeó en toda la cara, en toda la boca!

Dificultad respiratoria, vómitos incoercibles, dolor estomacal y agresividad, mucha agresividad que le llevó a golpear la pared y sangrar por su mano derecha...

“No es él”, repiten sus amigos, que deciden llevarlo a la fuerza a su Centro de Salud.

El médico tras varios intentos fallidos de control y tras constatar taquiarritmia decide activarnos…Eran las 3:30 de la madrugada.

-“Ha sido imposible cogerle una vía”, me comenta la enfermera. Sangrado abundante y deformidad por fractura abierta del quinto meta mano derecha.

ECG ritmo de taquicardia sinusal sin otras alteraciones, taquipneico, afebril , Glasgow 12, fetidez alcohólica, TA 110/58, satura 95 sin O2, glucemia de 70, vómito alimenticio sin sangrado aparente, y continúa agresivo, le sujetan 4 amigos.

Tras conversar un buen rato y dura negociación, tras dejarle sin amigos ante los que demostrar nada, accede a que le coja un 18 en su mano derecha y le saque sangre. No accede a sonda nasogástrica, ha vomitado suficiente…Niega drogas, sólo unos porritos de nada…

Cura local de fractura, Suero glucosado al 5%, Benerva, Benadon, Glucosmón 33%, Primeran, Pantoprazol y llorar, mucho llorar…El líder de la manada se había venido abajo y la tristeza le inundaba.

Remonta glucemia, baja frecuencia cardíaca e iniciamos traslado.

Tiene 19 años y anoche decidió brillar

El líder de la manada se había venido abajo y la tristeza le inundaba.

 

Durante la media hora no paró de llorar y pedir disculpas…

 

Decidió brillar, anoche decidió brillar y se encontró con luces que le deslumbraban a él, la visión del techo de la UVI le bajó de su firmamento de soberbia adolescente desmedida, el techo de la UVI le hizo recapacitar y al llegar al hospital agarrar la mano a su chica con un “TE QUIERO CARIÑO, lo siento…”

Pidió disculpas a todo el mundo con el que se tropezó nada más entrar por  la puerta y quedó en observación…

 

Me gusta la abstracción, la distancia, visualizar desde fuera y evitar que mi cerebro se guíe por el carril de la rutina y los prejuicios. Tras la batalla y reponer, decidí tumbarme en la camilla y hacer esta foto de ese techo que le hizo recapacitar…hoy escribo este post, esta historia que con tanta frecuencia y en edades cada vez más jóvenes, nos encontramos dentro de esta oficina, dentro de esta UVI, cuyo techo obra milagros.

 

Y así otra batalla, así una profesión.

 

Batallas ganadas, perdidas, ni perdidas ni ganadas

Hay avisos que te marcan…este fue uno de ellos.

 

Hay batallas que se ganan

Hay batallas que se pierden

Y hay batallas que se pierden o ganan a medias.

 

(No leas este post si eres aprensivo)

 

Esta batalla se libró una noche fría de otoño en un pueblo cualquiera, afectó a una familia cualquiera que quedó marcada como hubiese quedado cualquiera otra familia.

 

Atendíamos a un señor con fiebre cuando sonó el teléfono, ahorcamiento de varón joven a escasas calles de dónde nos encontrábamos, tras acudir un equipo de primaria que se hizo cargo del aviso que atendíamos, corrimos y mucho…en pocos minutos la policía local nos indicaba que aquella era la casa.

Una minúscula terraza de la tercera planta, porque las desgracias buscan esos lugares casi inaccesibles donde esconder su miseria…subiendo escaleras pasamos por un salón donde una chica joven lloraba y una niña de unos ocho años jugaba con un carrito rosa.

 

Se desconocía el tiempo que había estado en anoxia hasta que su pareja le había encontrado al llegar a casa.

Sus 38 años indicaban que había que pelear, podía, debía tener una oportunidad.

 

El equipo de primaria que le atendía realizaba RCP Básica, el DESA indicaba ritmo no desfibrilable.

Pupilas midriáticas areactivas, sin pulso palpable, quemadura por cuerda alrededor del cuello sin deformidad ni crepitación subcutánea y el monitor indicaba asistolia.

 

Continuamos RCP, Guedel, aislamiento de vía aérea y sonda nasogástrica.

Dos vías del 18, suero fisiológico y adrenalinas IV, tras 15 minutos de SVA pasamos Bicarbonato 1 Molar, 150 ml….al terminar de pasar recuperó pulso, taquicardia sinusal.

 

¡Se nos iluminó la cara!

 

Quedaba pendiente que recuperase consciencia, no le habíamos sedado…

 

Bajar sus 100 kilos de peso intubado, monitor y control cervical por aquella escalera de unos 60 centímetros sobre una lona y a pulso entre dos, fue de esas cosas que no te explicas como pudimos, de dónde sacamos las fuerzas…

Al dejarlo en el hospital buenas noticias…parecía recuperar consciencia, peleaba con el tubo!!!…fue necesario ligera sedación.

 

Atendido por neurología, quedaba pendiente lo más importante tras salvar la vida…ver secuelas.

 

Al terminar la guardia y llegar a casa pude disfrutar de esa sensación difícil de explicar, de esa satisfacción superior y casi incomparable que es ayudar a salvar una vida…así fue durante dos días.

 

Era una compañera quien me llamaba para pedirme un favor y de paso contarme que el chico era muerte cerebral y la familia había donado todos los órganos…¡Todos fueron aptos!

 

Tras colgar, el desasosiego, el bien, pero mal, pero bien.

 

Hoy sé que parte de aquel trabajo, parte de aquella batalla perdida-ganada-perdida, quizá haya que darla como ganada.

 

¡Porque aquella batalla perdida dio vida a otras personas que iban perdiendo su propia batalla!

 

¡Vaya desde aquí mi más sincero reconocimiento a esa familia, a esas familias que toman esa decisión justo tras la peor de las derrotas !

#MarcaPersonalSalud

Fue un accidente de tráfico, fue una batalla.

(Si eres aprensivo no leas este post)

 

Tardamos 5 minutos en llegar y 10 segundos en entender que la cosa pintaba mal.

Llovía, había barro mezclado con gasolina, aceite, mucho cristal roto y poco espacio dentro de un coche semivolcado en la cuneta.

Una chica lloraba envuelta en una manta, abrazada a la enfermera del centro de salud, el chico se encontraba atrapado.

Estaba inconsciente, pero tenía pulso carotideo  y ventilaba con dificultad, Colocamos collarín, Kendrick y taponamos heridas.

 

Fractura abierta de ambos fémures, TCE, trauma facial y fractura cerrada antebrazo derecho; se desangraba, se chocaba, había que empezar a pasar volumen. Le cogí la mejor vía posible en la mano izquierda   y colocamos mascarilla O2 a alto flujo.

Tras cortar chapa y retirar motor encajado contra sus piernas, al final consiguieron los bomberos su extricación con tablero y Dama de Elche.

Le pasamos a colchón de vacío y subimos a la ambulancia.

 

Revisión rápida de trauma, a pesar de las fracturas movilizaba las cuatro extremidades, paciente en estado crítico, conseguimos una segunda vía.

Parecía recuperar consciencia, empezó a agitarse, sus pupilas eran isocóricas y reactivas, pero lentas, Glasgow de 9, había que aislar vía aérea. Sedación con Midazolam, analgesia con Fentanilo y relajación con Anectine …Guedel, tubo, sondas nasogástrica y vesical (No sangre en orina ni en contenido gástrico).

 

Tras compresión mantenida las heridas dejaron de sangrar, colocamos sendas férulas hinchables en miembros inferiores.

Hipotenso, taquicárdico, taquipnéico, saturación de 94 % con O2, Capnografía de 39.

Abdomen blando, depresible y no trauma tórax aparente.

Tras pasar expansor de volumen su tensión se estabilizó y su estado hemodinámico permitía el traslado.

Activamos Código Trauma que alerta al hospital de la llegada de un paciente con trauma potencialmente grave.

Tras veinte minutos de pelea nos miramos el equipo y nos dimos cuenta de que apenas habíamos hablado, no había hecho falta. Con el chico estable empezamos a medio sonreír, sonrisas de complicidad, de esa sonrisa de trabajo bien hecho.

 

Tenía 24 años y volvían de una cena en casa de unos amigos. No había bebido, repetía la novia.

 

El traslado de 20 minutos y la transferencia en el hospital.

Sus padres lloraban a nuestra salida, “su hijo se encuentra estable dentro de su gravedad”.

Las gracias con voz entrecortada y llorosa de su madre.

Al llegar a la ambulancia me di cuenta que habíamos librado otra batalla, el barro, la sangre y la oficina otra vez convertida en campo de batalla, otra ganada.

A los 15 minutos la oficina brillaba lista para volver a entrar en combate.

Y así una guerra, una profesión…