Mira hijo, es tu futuro y se llama felicidad…
Tu formación será el pegamento entre tus ilusiones y tu realidad.

Hola Pablo
A tus doce años entras en esa etapa difícil de la vida en que todo comienza a ser cuestionable y el otro día me preguntabas qué sentido tenía estudiar más allá del hecho de aprobar.

Y lo dices tú, chico de sobresaliente académico y matrícula como persona, el honor es para mi como padre.

Tus palabras me llevaron a reflexionar en voz alta. ¿Qué nos sucede, de dónde viene este desinterés cada día a edades más tempranas por su formación?
Dí varios sorbos al café y traté de pensar antes de hablar, en ese momento me comentaste que tratara de responder sin usar más de dos veces la palabra actitud, difícil me lo habías puesto ????

Creo recordar que te dije algo así…

Aunque oigas que los títulos no sirven.

Aunque oigas que tal ingeniero trabaja de camarero.

Aunque oigas que sobran profesionales titulados…

Tu formación será camino, y será camino de futuro.

La formación será la base que sustente tu talento a la que añadir humanización del camino que elijas.

La formación te librará de la frustración del que abandonó antes de terminar.

Será la herramienta que te hará libre ante manipulación, ante los que te quieran imponer sus criterios sin razón, sin razonamiento.

Es tu batalla, que trato hacerte ver no sólo como necesaria, sino como diversión, trato de hacerte ver que es ilusión lo que has de poner.

Saber te dará libertad, te abrirá caminos y sin duda te traerá felicidad.

Felicidad que hoy has de trabajar, como ese huerto que tu abuelo planta cada primavera con la esperanza, la certeza de recoger en verano…

Lee, recapacita estas palabras y mañana hablamos…mañana será en unos años o será mañana por la mañana cuando salga de guardia…

Este es Jorge y esta es la historia de un milagro.
Un post escrito desde el cariño y la admiración hacia un chico, una familia, un ejemplo de superación.

No es una historia divertida, ni siquiera es una historia porque es real, es presente y es futuro; una historia de dolor y sobre todo es una historia de lucha, de superación y esperanza es una historia.

Una historia de realidad para muchas personas que sufren y sufrirán daño cerebral; quizá un ejemplo para esos pacientes y familias que necesitan saber que hay luz, al final hay luz.

Era 1 de octubre del 2015, eran las 15:37 de aquella tarde y estaba saliente de guardia.
¡Jorge, Jorge, Jorge!, era un grito desesperado al otro lado de la pared, desde la casa de los vecinos se oía a su hermano pedir ayuda.
Correr y me encuentro con que Jorge se ha caído por las escaleras, “no sé cómo ha sido, sólo he oído el golpe”, comenta desesperado su hermano.

Al bajar, Jorge tumbado boca arriba en el descansillo del final de aquella maldita escalera.
Inconsciente, respira, pulso carotídeo lleno taquicárdico y fuerte, flexión de cuello y piernas sobre últimos escalones, sangrado abundante procedente de otorragia que empapaba suelo y ropa.

La flexión cervical le impide ventilar adecuadamente, tengo que movilizarlo.
Control craneal, cervical y con ayuda del hermano lo llevo a una habitación contigua.
Decúbito supino y Jorge comienza a agitarse.

Soy Alberto Luque y al otro lado del tlf. una compañera del Centro Coordinador 1-1-2 de CLM reconoce mi voz, tras explicar brevemente que Jorge sufre un Trauma Craneoencefálico severo, la UVI 1 de Toledo se pone en marcha.
Traen mis mochilas, maletín de oxigenoterapia y DESA que tengo en casa.
Satura a 95 (suficiente oxígeno en su sangre), frecuencia cardíaca de 90 lxm y respiratoria de 18 rxm, tensión 160/90.

Pupilas de igual tamaño, lo que llamamos isocóricas medias reactivas con desviación de mirada a la izquierda, hemiparesia derecha.

Consigo canalizar vía del 18 cuando llegan los compañeros.

Analgesia, sedación, relajación, intubación, control cervical con Dama de Elche, de tablero a colchón de vacío y hemodinámicamente estable es trasladado al Hospital Virgen de la Salud de Toledo.

¿Qué pasará?, Alberto ¿Qué crees que pasará?…No me veía capacitado para responder aquellas amargas preguntas que su madre me hacía en el salón de casa aquella tarde…Hay que esperar y confiar, vienen horas decisivas y está en las mejores manos…

El diagnóstico es demoledor, Jorge presenta contusión hemorrágica frontobasal izquierda, hematoma subdural agudo frontal bilateral, rotura occipital, rotura de Peñasco y trauma tórax. Los primeros días su evolución es nefasta, su Presión Intracraneal disparada precisa de creniectomía descompresiva urgente, todo se complica.

La fuerza de la familia se resquebraja, nunca la esperanza.
“No nos dan muchas esperanzas”, comenta una noche su madre entre lágrimas, y termina con aquella frase, “La esperanza la tendremos que poner nosotros”…
Y pasaron las semanas y Jorge mejoró, aquel chico de 20 años ganó aquella difícil batalla, tras mil complicaciones, dos creniectomías y mucha pelea ganó y fue dado de alta.

Mamá, se me hace tarde para ir a la Escuela Taller, dijo aquella mañana de enero, había tardado tres meses en entender lo que le había sucedido. Jorge, tuviste un accidente en casa…y empezó a recordar.
Y comienza la vida desde cero, aprender a leer, escribir, colores, nombres de amigos…robar historias a la amnesia, recuperar 20 años borrados aquella tarde.
Queda el arduo camino de la rehabilitación, de recuperar física y psíquicamente a un hijo, un hermano.
Meses en aquel Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral del que fue dado de alta sin haber alcanzado la recuperación precisa, supuso acudir a iniciativas privadas donde tuvo esa atención de logopedas que tanto precisaba; gastos y más gastos, tiempo y más tiempo de aquí para allá…

Y este Jorge no es aquel Jorge. De introvertido a extravertido, de gustarle el Reggaeton a recomendarme hoy esa canción de Ray Dalton (So Emotional), esa que ahora escucho mientras escribo.

Me cuenta que la Play le ha dejado de gustar, antes era él quien ganaba a la máquina y ahora la máquina ha cogido la costumbre de ganarle.

Tiene dos libros pendientes: Los Viajes de Gulliver y La vuelta al Mundo en 80 días. 

Me habla de cine y me deja claro que tengo que ver tres películas: Siete Almas, En Busca de la Felicidad e Intocable…Tienes que verlas me dice una y otra vez.
Coloreo mandalas y figuras geométricas, aunque estoy de vacaciones ¡Ehhhh!, me comenta entre risas.

Tiene ilusión por ser aceptado en un curso de restauración de muebles. Asume que vive una segunda vida y tiene ilusión por vivir.

Al despedirse y antes de entrar en casa me recuerda que debo oir a Ray Dalton…Esa So Emotional que ahora, ahora suena en el portátil.
Esta es una de las batallas más duras con las que cualquiera de nosotros podemos enfrentarnos, y el ejemplo de Jorge y su familia no es más que el resultado de pelear con ganas.

Ánimo y fuerza a esas personas que hoy se encuentran en esa lucha, a aquellas que un día se encontrarán. ¡Ánimo!

Y así otra batalla y así una profesión.

Tenía 13 años y presuntamente había bebido…

Así nos entró aquel aviso. Ahora puedo contaros que tenía 12 y una intoxicación etílica importante…

Y el rímel resbaló por sus mejillas aquella tarde.

 

Al llegar a la plaza, un garaje donde se oía a la distancia esa música machacona que creo llaman de perreo.

Sale a recibirnos un chico de unos 15 años que afirma haber sido quien ha alertado al 112, porque una chica se encuentra mal.

Entrar en aquel garaje y ver a unos 20 chicos y chicas, dos chicas lloran sentadas en un sofá de skay rojo…No miento si te digo que pensé que no sabía a cuál atender…todos eran presuntos intoxicados etílicos.

 

“No, esa no es, os he llamado por esta” y levanta una manta tras la que aparece una niña inconsciente y vómito que resbala de boca a camiseta de corazón rosa, esa misma que tiene mi hija…

Respira, normotensa, eupnéica, pulso lleno, glucemia de 62, temperatura de 35,5, el monitor registra 67 de frecuencia cardíaca y saturación de 95{dd1faaa974e128bd5987fd795b61a773592e8c72189d8063a58278bb9a158e92}.

Glasgow de 12 poco valorable por alcohol, auscultación sin signos de broncoaspiración, pupilas medias isocóricas lentas, fetidez alcohólica y vómito alimenticio oscuro empapa su ropa.

¡Camilla y a la ambulancia!

 “Ha bebido un poco de vino y tres chupitos, pero ha sido jugando al verdad o beso”.

No ha consumido ninguna otra sustancia según el testigo de más edad, era ese chico de 15 años, que decía controlar.

 

¡Ningún adulto había ni acudió!

 

Tras una primera valoración, sospecha de intoxicación etílica en un menor, sin policía en el lugar, procedemos a poner en marcha el protocolo y alertar a sus padres o tutores.

Es su madre con quién hay que contactar nos dice su mejor amiga, esa que no suelta su mano y las lágrimas corren su rímel de doce años…

 

Soy el enfermero de la UVI MÓVIL, atendemos a su hija, no se preocupe, parece que ha bebido, pero no está en peligro.

 

“No, mi hija no es, mi hija no bebé”

“Mi hija se encuentra en casa de fulanita preparando un examen”

 

A los 10 minutos tocan en la puerta y entra la madre que confirma que es su hija, niega que su hija haya bebido y exige “pruebas de drogas” porque “a mi hija la han drogado”… tras conversación con el médico, se le informa de lo que nosotros, en ese momento y a la espera de pruebas en el hospital, podemos objetivar, intoxicación etílica y si hay algo más se verá en la analítica.

Tras recriminar a la amiga y dar alguna que otra voz, le invitamos a tranquilizarse y acompañarnos, si así lo desea puesto que se trata de una menor, en la ambulancia. Se niega y tras confirmar que no sufre patología ni alergia medicamentosa alguna sale dando un portazo…

 

Vía del 20, suero glucosado al 5{dd1faaa974e128bd5987fd795b61a773592e8c72189d8063a58278bb9a158e92} caliente, Benerva, Benadon, Pantoprazol y Primperan…

 

Traslado y lágrimas en el traslado, va recuperando consciencia y se niega a hablar…

 

En la puerta de urgencias, la madre recrimina a la niña al verla despierta, sigue llorando y no le dirige palabra ni mirada…

 

Fue dada de alta esa misma noche sin detectar tóxico alguno que no fuese el alcohol…

 

Ni quito ni pongo ni hago juicio de valor, sólo relato un aviso real y te puedo asegurar que no es el único que te podría contar…puedes opinar, si crees que tienes alguna aportación te invito a hacerlo.

Y si crees que puede ayudar a otros, que puede remover conciencias, si crees que puede ayudar a reflexionar te invito a compartir…

 

Y así otra batalla y así una profesión.

 

PD: Como en todos mis post, no aparecen datos personales ni de salud reales de pacientes sin su consentimiento previo, como no podría ser de otra manera.

 

 

No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir…

El turno se acababa aquella mañana, una guardia tranquila, la UVI sin novedad y poco digno de reseña sería el relevo al compañero.

¡¡Aviso!!…Un grito y otra vez en marcha.

¡Varón de 26 años en parada respiratoria!

Una foto sobre la cabecera de aquella cama de hospital en el domicilio, narraba el día de su boda. Lo que no decía aquella foto es que dos meses antes, el hoy matrimonio, había conocido la sentencia de muerte, él sufría Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), su cuerpo se iría paralizado hasta quedar tetrapléjico, hasta dejar de respirar….y decidieron hacer bueno el amor en la enfermedad.

En esa enfermedad cruel que va paralizado el cuerpo sin afectar consciencia, donde tu cuerpo se aleja de esta vida a la que tu cabeza, tu consciencia se aferra.

Ella lloraba en silencio y sus manos, sus manos acarician su pelo…

¡Está en parada respiratoria!

Inconsciente, cianótico, apneico, pulso carotídeo débil palpable, pupilas reactivas.

El monitor registra bradicardia y saturación de 71 %.

Paciente al suelo, intubación rápida con mascarilla laríngea, vía del 18…

Oxígeno a alto flujo, cambio a intubación con tubo del 7,5 fijado a 22 centímetros, respirador portátil hasta ambulancia.

Tras 10 minutos abre ligeramente ojos, parece que quiere ventilar, sedación ligera.

Recupera pulso lleno y sinusal a los pocos minutos.

Traslado, tras alerta al hospital…

Se le realizó traquetomía y tras 15 días volvió a su domicilio.

 

A ese domicilio donde a los tres meses volvimos, había que cambiar la cánula de traquetomía.

La misma foto…las mismas manos meciendo el pelo de un chico asustado que no podía comunicarse más que con un dedo del pie sobre un ordenador y la mirada que desliza sobre una tablilla con el abecedario…

No quiero dormir, por miedo a no despertar, no quiero dormir…

Y sus palabras silenciosas repetían…No quiero morir, no quiero morir…

Y al salir, al encerrarme en mi cuarto de la base no pude evitar otras lágrimas, lágrimas de empatía, lágrimas de impotencia…agua salada que me acerca a su sufrimiento y cada día me ayudan más a discernir lo que realmente importa de lo que es sólo superficie.

 

Y así otra batalla y así una profesión.

PD: Unos 4000 casos en nuestro país, 900 diagnósticos nuevos cada año. En los últimos años apenas se ha avanzado en su tratamiento. Hoy por hoy no tiene cura. ¿Nos merecería la pena invertir en investigación para mejorar la vida de esta y otras enfermedades cada día menos raras? ¡PARA MI SI!