Y era verano, tocaba guardia y tocaba esperar.No era mi unidad habitual y tras una revisión a consciencia tocaba esperar…

Y sonó, el teléfono sonó. Ahogamiento de un niño de 10 años al que realizaban RCP en una piscina pública.
Y corrimos mucho, como siempre corremos, esta es una profesión de carreras y angustias contenidas.
Eran las 16:35 de un 20 de agosto de 2014 y desde la puerta de la piscina varias personas nos alertaban que la cosa era urgente, la urgencia de un niño que se muere, no hay urgencia más urgente.

Y saltamos de la ambulancia.
Era un cuarto pequeño, el botiquín de la piscina no era más de 4 metros cuadrados.

Al entrar el Desfibrilador hablaba “Descarga no recomendada” y el socorrista contaba…Uno, dos, tres…al ritmo del masaje.

Guedel y ambú conectado a bombona de oxígeno.

Al colocar nuestras palas se evidencia La peor del las noticias…¡Parada!

“¡No paréis!…1,2,3,4…las compresiones se suceden.

Vía del 20 en antebrazo derecho, adrenalina cada 3 minutos.

“Lo han encontrado boca abajo hace 15 minutos” nos comenta el socorrista con cara desencajada, había hecho un excelente trabajo.

Al fin aparece ritmo de descarga, la primera ineficaz, “sube julios” comenta el médico; otra descarga y el ritmo vuelve a asistolia.

Continuamos masaje, al tiempo que la intubación ha sido rápida, sonda nasogástrica a la primera…saturación del 99%, el oxígeno inunda su sangre, hay esperanzas.

“¡Venga vamos, venga sal de ahí!” susurra una compañera técnico al oído del chico.

“Ha entrado en fibrilación”, descarga y no hay respuesta, antes de iniciar masaje otra descarga, aquella bendita descarga de última hora que trae la vida…Taquicardia sinusal, ritmo rápido, ritmo de vida.

¡Va a salir!
Otra vía del 20 en brazo izquierdo e iniciamos traslado.

Al salir de aquel cuarto una chica de 12 años lloraba, era la hermana, lloraba y no hablaba porque apenas llevaba 3 meses en España.

A la llegada, Tensión de 100/59, frecuencia cardíaca de 95, temperatura de 36, glucemia de 100 y saturaba al 99%
Aquel niño estable peleaba contra el tubo, “buena señal”…sedación tras valoración y queda ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Tras una semana aquel chico musulmán que sólo llevaba tres meses en España fue dado de alta sin secuelas.

¡Tocó ganar, gracias a aquel socorrista, gracias al equipo, tocó ganar!

Y así otra batalla y así una profesión.


Y nuestras bombas vencerán, por dignidad, por humanidad, por valentía vencerán…

¡Ante las de los miserables serán nuestras bombas las que vencerán!

Nosotros también usamos bombas, bombas de infusión, bombas que transfunden vida…

¡Esa misma vida que aquellos quieren arrebatarnos y nosotros peleamos por conservar!

¡Y nuestras bombas vencerán, aunque no siempre salvemos esa vida, vencerán por humanidad, por dignidad, porque somos más y más valientes, porque vamos de cara a luchar, nuestras bombas vencerán!

Y nuestras bombas perfundieron analgesia, sangre, sedación…aquello que hizo más llevadero el dolor, robaron vidas a la muerte…

Queda dolor, dolor por la pérdida, dolor emocional, dolor de corazón que ninguna bomba mitigará, sólo el tiempo, las palabras, sólo el cariño ayudará…

Y hoy nuestras bombas vuelven a la calle, quizá alguna de ellas algún día inyecte vida a uno de esos asesinos que tanto desprecian la ajena.

¡Y ahí la virtud de esta profesión que defiende al que sufre sin atender a creencias políticas o religión que profesa!

¡Y hoy me siento orgulloso de nuestras bombas, de nuestros compañeros que a pie de batalla estuvieron, desde aquí mi respeto y admiración!

PD: ¡Ojalá este post llegue lejos y le pegue en la puta boca a alguno de estos desgraciados (perdón por la expresión) y se entere que sus ganas de morir nunca superarán nuestras ganas de vivir! 

¡Y así otra batalla y así una profesión!

 

 

Otras historias en el blog albertols.com

 

 

Hoy dando un paseo encontré una enciclopedia en un contenedor de basura…
Permíteme este relato que se me vino a la cabeza, quizá te suene…
Eran los años 70 cuando un trajeado vendedor tocó en la puerta de aquel precioso pisito de dos millones, las afueras de la ciudad se habían convertido en barrios vivos, matrimonios jóvenes venidos del pueblo con niños saltarines!

Tras una hora de búsquedas y exaltación de las virtudes que suponía tener en la mano “toda la información que el mundo había ido fabricando a lo largo de millones de años”…el vendedor vendió.
El padre decidió que en aquella preciosa enciclopedia se encontraba todo aquello que él no tuvo la suerte de aprender, apenas fue a la escuela rural. Su hijo tendría otra oportunidad, sería jefe de línea en la fábrica y sin duda aquella compra a plazos sería la clave.
Era tarde tras el café cuando la madre terminó de colocar el tomo número 12 en el estante central de su precioso mueble bar de su precioso piso de su nuevo barrio!
Piso, coche, mueble bar y enciclopedia fueron pagados en cómodos plazos…

Y la enciclopedia se decía a si misma que alguien, algún día, vendría a visitarla más en profundidad. Cada sábado de mañana le pasaban el plumero y cada día más y más fotos de bautizos, comuniones, bodas y nietos la acosaban, perdía espacio, perdía protagonismo. Ya no era el centro de las miradas, se estaba convirtiendo en un estorbo y ella lo sabía, el fin de acercaba!
Y vino un cacharro de luces parpadeantes al estante de al lado, todos le adoraban, a través de él se “conectaban al mundo” decían los hijos!
Y vino otro cacharro, uno diabólico que tenía a niños y mayores enganchados horas y horas matando marcianos…
Y los años pasaron y el brillo de su portada quedó atrás al tiempo que el amarillo aparecía en sus hojas vírgenes.
Y nadie vino a su visita…
Y el piso se fue vaciando y un nieto tuvo la idea! Al fin alguien la abría, un rotulador rosa y dos hojas garabateadas fue el fruto de aquella visita…triste bagaje se dijo.

Y murió el padre. Y un canario vino a ocupar el estante de al lado, hacía compañía a “La Wendy”, aquella simpática muñeca recuerdo de la mili del hijo mayor en Regulares de Ceuta…El torito y la flamenca hacía años que fueron desmembrados por nietos inapetentes y voraces destructores de la vieja decoración del viejo pisito de los abuelos.
Y las fotos cambiaron, el silencio se hacía más y más agudo…el polvo se acumulaba y el olor a tristeza se impuso en aquel pisito de dos millones!
Y murió ella…
Y al fin alguien venía a abrir de nuevo aquel tomo número 12, era el albañil que hacía la reforma…”Qué chulada” dijo tras un ojeo rápido y lanzarlo al contenedor del olvido…
Y fue ahí, justo ahí cuando hoy me contó su historia, tras abrir ese tomo número 12, me contó esto y mil cosas más que guardaré junto con él en otro mueble sin bar, este moderno y repleto de libros leídos casi todos. Hasta que otro albañil lo condene a otro contenedor o quizá a otro mueble con o sin bar de un precioso pisito de las afueras…

Cien cohetes, nacieron con cien momentos de felicidad…
Murió ella y al día siguiente murió él

Y las arrugas dieron alas a sus almas
Y eran jóvenes y miraban aquellos fuegos artificiales pidiendo un deseo tras cada explosión de color, eran sus cien cohetes, cien momentos de felicidad con los que todos nacemos y ellos se disponían a vivir…
Y fueron felices…
Y pasó el tiempo

Y se hicieron mayores…
Y las arrugas envolvieron aquellas penas, aquellas alegrías hoy lejanas, siempre tan cercanas.
Y hoy las arrugas sonríen al recuerdo. Ese recuerdo de una vida les acompaña últimamente a cada instante, sentados a su mesa, paseando de la mano por el paseo, bailando en las fiestas del pueblo, charlando en familia…recuerdos hechos presente que ha convertido sus vidas en un trío donde el pasado ocupa el centro y con el que beben a sorbo lento sus últimos días de vida.
Y las arrugas bostezan, el cansancio se apodera de sus cuerpos marchitos. La hora de partir se aproxima y la sensación de haber sido felices, muy felices los tres les embarga.
Y las arrugas vinieron a dar fé de una vida vivida con plenitud, un trabajo acabado con la íntima satisfacción del deber cumplido, sin deudas, sin palabras de amor en el tintero, las arrugas vinieron a dar fé
Y las arrugas fueron testigo de aquel último pensamiento, “vivimos aquellos cien cohetes de felicidad, aquellos y muchos más momentos de VIDA, que hicieron que vivir mereciera la pena”
Y las arrugas cubrieron sus cuerpos y dieron alas a sus almas…Hoy vuelan en su busca uno del otro para firmar un nuevo contrato de amor, de felicidad allá donde vayan…hasta que las arrugas vuelvan a cubrir sus cuerpos tras una vida de felicidad diferente.
DEP Ella y Él, Descansen En Paz!
PD: Este post va dedicado a una pareja de ancianos fallecidos este pasado invierno, murió ella y al día siguiente murió él. Tuve la suerte de charlar con ellos y tuve la suerte de oír amor en boca de dos personas plenas que sabían de su próximo final. Palabras bonitas, nada de resignación ni fatalidad, palabras que sólo puede pronunciar aquel que vivió sus cien cohetes plenamente!
#AlbertoLS

Un hombre asesinó a una mujer.
Una muerte condenada, un asesino de corazón negro, una mujer de alma roja que dejó dispersa por aquel salón…
Era primavera, había llovido y aquella mañana de martes, era martes y no era 13, martes cualquiera de mercadillo en un pueblo cualquiera.
Ajustábamos el respirador, fallaba el anclaje, ambulancia revisada.

Sonó el teléfono, un precipitado en vía pública y las sirenas…
La gente brazos en alto nos alertaba que era al final, al final de aquella calle sin salida.
Varón de unos 35 años en decúbito lateral izquierdo, consciente y orientado se dio la vuelta nada más oír nuestra llegada.

Se ha tirado de aquella ventana, un segundo piso y se ha golpeado con la barandilla de la rampa de acceso, comenta una vecina de mandil negro y muy dispuesta a ayudar…
Revisión rápida de trauma, sangrado abundante en tórax y abdomen que tras cortar camisa deja al descubierto tres heridas incisas por arma blanca: epigastrio de unos 4 centímetros, hemitórax izquierdo entre sexta – séptima costilla línea media clavicular de unos 3 centímetros y que no respira, por último una de unos 5 centímetros en flanco izquierdo.

Posible fractura pierna izquierda, erosiones varias, no TCE, y resto sin hallazgos.

T/A 130/75, Fc 77 lxm, respiratoria de 18 rpm, afebril, normoglucémico, pupilas isocóricas medias reactivas, movilidad de extremidades conservada, no signos de hipovolemia, abdomen depresible y blando.

Comprensión de heridas, collarín, férula en pierna, vía del 18, cuchara al colchón y camilla dentro de la ambulancia.

Tocan a la puerta y un policía local nos alerta de que la mujer no aparece y los vecinos oyeron ruidos de pelea…
No entréis me dice con mirada fija, no entréis, ya no hace falta que entréis repite…
Al minuto subíamos por las escaleras al tiempo que un cerrajero abría la dichosa puerta, aquella puerta tras la cual había dejado su alma una chica de 34 años, su alma dispersa en color rojo que impregnaba todo…tras el sofá la mujer por la que nada pudimos hacer…Se había defendido, había luchado y el sofá fue su último refugio…
Recuerdo rabia contenida al abrir la ambulancia y recuerdo la mano de la médico en mi hombro, una mano que puso las cosas en su sitio, somos sanitarios creo que quiso decir con aquella mano, aquella mirada de calma.
Al intentar cogerle una segunda vía retiró la mano en un gesto de dolor, “Mátame” me escupió a la cara…fue un micro segundo, no dudé, creo que no dudé, pero ¿Y si hubiese dudado?..
Cogí la vía, le pasamos 75 microgramos de Fentanilo y tras comprobar que las heridas no sangraban, paciente estable iniciamos traslado…

“Quiero morir”, repetía una y mil veces…yo escribía, yo redactaba la historia de enfermería…
Año y medio después fue condenado a 25 años de cárcel por asesinato, violencia de género en forma de corazón ennegrecido que derramó la vida de una inocente en aquel salón de aquella calle sin salida.
Si me lees, a ti asesino condenado, y sin rabia ni rencor te digo, no te di el gusto de aliviar tu “sufrimiento” en aquel momento, no te di el gusto de ennegrecer mi corazón por aliviar el tuyo!
No lo hice, no lo haré…
Y así otra batalla y así una profesión

Carta de un enfermero a un Ángel.

“Hola Blanca hoy hace tres años y necesitaba escribirte estas letras

Hoy lloré 

Hoy Lloré, volví a llorar y no me da vergüenza…

Quiero que sepas …

Naciste condenada, un síndrome de muerte te había tocado en suerte, pero te aferraste a la vida, esa vida que te prometía llegar a adolescente.


Aquella noche sonó el Tlf. y aquel maldito aviso decía que tu corazoncito se paraba…

Corrimos, creo que salté de la ambulancia en marcha.


La Lucha


Tu añito de vida peleaba por seguir adelante, te ayudamos e incluso 

abriste los ojos y nos regalaste unos minutos de ilusión

¡Ilusión, qué poco nos duró aquella ilusión!

Peleamos, hicimos todo lo humano durante aquella hora …y perdimos …Eran las 00:05 del día 03/08/14


Creo que nunca deseé tanto ser Superhéroe para devolverte a la vida, pero la realidad nos machacó con su versión más dura…


Tu padre


Ningún padre merece ver morir a un hijo…

Un hombre valiente nos dio una lección de entereza y humanidad, te cogió en brazos, te despediste de tu hermana gemela y nos diste un beso, mis lágrimas mojaron tu mejilla.


Nos pidió reponernos, secar lágrimas para al salir por la puerta dar la misma oportunidad que te habíamos dado a ti, otra oportunidad a otro niño que la pudiese necesitar, esta oportunidad que ha tenido mi Ángel dijo…aún siento el nudo que me ahoga el aliento.

Aquella noche Jorge se salvó de un accidente, hoy tiene una preciosa niña…Angélica…creo en los Ángeles…


Tu corazoncito


Tu corazón se rompió y parte de mi alma quedó en aquel cuartito rosa.

Quiero que sepas, no fuiste mi hija, siempre serás parte de mi vida.

Quiero que sepas que hoy lloré, volví a llorar con tu recuerdo volví a llorar

Quiero que sepas que aquel enfermero que lloró sobre tu cuna te recuerda y te llevará en su corazón hasta el día que se rompa …quizá en algún cuartito rosa…”


Blanca DEP 02/08/14


PD: Esta carta te la escribí el año pasado, ha pasado un año y han pasado muchas cosas, desde entonces han pasado muchas cosas…

Fueron estas letras las que me empujaron a contar otras experiencias, otras batallas, unas por desgracia perdidas, como la tuya, otras muchas ganadas. En este y en los dos años anteriores no has dejado de estar presente en mí, en mi corazón y en mi cabeza.


Un día pasé por tu pueblo, pasé cerca de tu casa, con lágrimas en los ojos estuve tentado de parar, buscar a tu padre y darle un abrazo, decirle lo mucho que me enseñó aquella noche y lo mucho que aún te recuerdo…Lo mucho, que aquella última hora tuya ha aportado a mi vida.

Hoy me despido hasta el año que viene, no dudes que volveré y durante estos 12 meses seguirás aquí, ¡aquí a mi lado, aquí en mi corazón! “


Nota: Por motivos de privacidad cambié, como siempre hago, nombres y datos clínicos.