Yo controlo, un accidente y directo a la UVI

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Yo controlo y alcohol,  palabras incompatibles.

Todo era blanco, todo era niebla, pero  él  controlaba…

Era mañana recién venida y era guardia de domingo.

Al ir de camino me adelantan coches a una velocidad imposible, nadie puede ver tanto en aquella oscuridad blanca.

¿En qué irán pensando esos conductores?, era mi pensamiento… ¡Cuán difícil resulta conocer el rumbo de mente ajena!

Apenas termino de revisar cuando el teléfono nos vuelve a poner en marcha una vez más ¡Salida de vía con vuelco!, es en la autovía por la que hacía media hora había pasado, esa donde todo era blanco y oscuro…

A los 7 minutos estábamos al pie de aquel coche patas arriba, aquel amarillo que ocupa el carril derecho dirección Toledo.

Una chica de rodillas, chilla y tira en un intento de sacar al conductor atrapado en el interior del vehículo.

“Un animal se nos ha cruzado, ha dado un volantazo y sólo recuerdo vueltas y más vueltas. He conseguido salir por la puerta de atrás y al mirar he visto que él estaba muerto”

Casco, guantes anticorte y desde ambas puertas delanteras accedemos al habitáculo entre cristales, hierros y aceite que empapa la calzada.

EL conductor es un chico joven que se encuentra atrapado boca abajo y sujeto por el cinturón. Inconsciente, respira y tiene pulso. Baja saturación y no sangrado abundante, varias fracturas son evidentes a simple vista. Mascarilla con reservorio y collarín.

Los bomberos no tardan más de 10 minutos en sacarlo por luneta delantera. Al tablero con Dama de Elche que fija su cabeza tras comprobar que no sufre TCE de importancia a simple vista. Está chocado, su tensión por los suelos y logro canalizar una vía de bajo calibre que será insuficiente.

El médico confirma las sospechas de fracturas en extremidades inferiores y muñeca derecha. ¡Alberto su abdomen!…es duro y todo hace sospechar de sangrado abdominal de importancia que le está chocando. ¡Necesitamos meter volumen, el chico se nos va!

Los accesos venosos son inviables y uso pistola intraósea en húmero que entra a la primera.

Se agita, analgesia, relajación, sedación e intubación rápida. Pasamos primera carga de expansor de volumen a chorro que remonta tensión hasta el límite que es adecuado, más podría aumentar el sangrado y sería perjudicial.

Curas y vendaje de heridas locales. Férulas de vacío que inmovilizan ambas extremidades inferiores y pasamos a la ambulancia.

Remonta tensión y saturación, se va estabilizando. La chica pide ver a su novio y desde la puerta le dice entre lágrimas que le quiere y que todo va a salir bien, ahora no chilla, simplemente llora y se lamenta…” Nos casaremos pase lo que pase nos casaremos como veníamos hablando, nos casaremos. Dios va a querer que nos casemos”

Confirma a la Guardia Civil que vienen de una discoteca donde estuvieron toda la noche y que han bebido, pero controlan, ¡La culpa ha sido de un perro!

Activamos nuestro código trauma para que a nuestra llegada la asistencia sea rápida y por especialistas, ¡este chico necesita un quirófano ya!

Fue intervenido de varias fracturas y laceración hepática. Estuvo a un paso de irse, al final sobrevivió con una ligera cojera, problemas de hígado y autoreproches de por vida.

Una noche de fiesta, alcohol y un ”yo controlo” están detrás de muchas más muertes de las que nos podemos imaginar. Y no sólo eso, la cantidad de secuelas, de personas que quedaron con limitaciones de por vida y que aún lamentan aquel control irreal.

Y así otra batalla y así una profesión.

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