Una vida desde cero
Este es Jorge y esta es la historia de un milagro.
Un post escrito desde el cariño y la admiración hacia un chico, una familia, un ejemplo de superación.
No es una historia divertida, ni siquiera es una historia porque es real, es presente y es futuro; una historia de dolor y sobre todo es una historia de lucha, de superación y esperanza es una historia.
Una historia de realidad para muchas personas que sufren y sufrirán daño cerebral; quizá un ejemplo para esos pacientes y familias que necesitan saber que hay luz, al final hay luz.
Era 1 de octubre del 2015, eran las 15:37 de aquella tarde y estaba saliente de guardia.
¡Jorge, Jorge, Jorge!, era un grito desesperado al otro lado de la pared, desde la casa de los vecinos se oía a su hermano pedir ayuda.
Correr y me encuentro con que Jorge se ha caído por las escaleras, “no sé cómo ha sido, sólo he oído el golpe”, comenta desesperado su hermano.
Al bajar, Jorge tumbado boca arriba en el descansillo del final de aquella maldita escalera.
Inconsciente, respira, pulso carotídeo lleno taquicárdico y fuerte, flexión de cuello y piernas sobre últimos escalones, sangrado abundante procedente de otorragia que empapaba suelo y ropa.
La flexión cervical le impide ventilar adecuadamente, tengo que movilizarlo.
Control craneal, cervical y con ayuda del hermano lo llevo a una habitación contigua.
Decúbito supino y Jorge comienza a agitarse.
Soy Alberto Luque y al otro lado del tlf. una compañera del Centro Coordinador 1-1-2 de CLM reconoce mi voz, tras explicar brevemente que Jorge sufre un Trauma Craneoencefálico severo, la UVI 1 de Toledo se pone en marcha.
Traen mis mochilas, maletín de oxigenoterapia y DESA que tengo en casa.
Satura a 95 (suficiente oxígeno en su sangre), frecuencia cardíaca de 90 lxm y respiratoria de 18 rxm, tensión 160/90.
Pupilas de igual tamaño, lo que llamamos isocóricas medias reactivas con desviación de mirada a la izquierda, hemiparesia derecha.
Consigo canalizar vía del 18 cuando llegan los compañeros.
Analgesia, sedación, relajación, intubación, control cervical con Dama de Elche, de tablero a colchón de vacío y hemodinámicamente estable es trasladado al Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
¿Qué pasará?, Alberto ¿Qué crees que pasará?…No me veía capacitado para responder aquellas amargas preguntas que su madre me hacía en el salón de casa aquella tarde…Hay que esperar y confiar, vienen horas decisivas y está en las mejores manos…
El diagnóstico es demoledor, Jorge presenta contusión hemorrágica frontobasal izquierda, hematoma subdural agudo frontal bilateral, rotura occipital, rotura de Peñasco y trauma tórax. Los primeros días su evolución es nefasta, su Presión Intracraneal disparada precisa de creniectomía descompresiva urgente, todo se complica.
La fuerza de la familia se resquebraja, nunca la esperanza.
“No nos dan muchas esperanzas”, comenta una noche su madre entre lágrimas, y termina con aquella frase, “La esperanza la tendremos que poner nosotros”…
Y pasaron las semanas y Jorge mejoró, aquel chico de 20 años ganó aquella difícil batalla, tras mil complicaciones, dos creniectomías y mucha pelea ganó y fue dado de alta.
Mamá, se me hace tarde para ir a la Escuela Taller, dijo aquella mañana de enero, había tardado tres meses en entender lo que le había sucedido. Jorge, tuviste un accidente en casa…y empezó a recordar.
Y comienza la vida desde cero, aprender a leer, escribir, colores, nombres de amigos…robar historias a la amnesia, recuperar 20 años borrados aquella tarde.
Queda el arduo camino de la rehabilitación, de recuperar física y psíquicamente a un hijo, un hermano.
Meses en aquel Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral del que fue dado de alta sin haber alcanzado la recuperación precisa, supuso acudir a iniciativas privadas donde tuvo esa atención de logopedas que tanto precisaba; gastos y más gastos, tiempo y más tiempo de aquí para allá…
Y este Jorge no es aquel Jorge. De introvertido a extravertido, de gustarle el Reggaeton a recomendarme hoy esa canción de Ray Dalton (So Emotional), esa que ahora escucho mientras escribo.
Me cuenta que la Play le ha dejado de gustar, antes era él quien ganaba a la máquina y ahora la máquina ha cogido la costumbre de ganarle.
Tiene dos libros pendientes: Los Viajes de Gulliver y La vuelta al Mundo en 80 días.
Me habla de cine y me deja claro que tengo que ver tres películas: Siete Almas, En Busca de la Felicidad e Intocable…Tienes que verlas me dice una y otra vez.
Coloreo mandalas y figuras geométricas, aunque estoy de vacaciones ¡Ehhhh!, me comenta entre risas.
Tiene ilusión por ser aceptado en un curso de restauración de muebles. Asume que vive una segunda vida y tiene ilusión por vivir.
Al despedirse y antes de entrar en casa me recuerda que debo oir a Ray Dalton…Esa So Emotional que ahora, ahora suena en el portátil.
Esta es una de las batallas más duras con las que cualquiera de nosotros podemos enfrentarnos, y el ejemplo de Jorge y su familia no es más que el resultado de pelear con ganas.
Ánimo y fuerza a esas personas que hoy se encuentran en esa lucha, a aquellas que un día se encontrarán. ¡Ánimo!
Y así otra batalla y así una profesión.
Solo alguien que es mas que un vecino puede poner la dosis necesaria de sensibilidad sin caer en el sensacionalismo.
Gracias por no ser solo un vecino y habernos ganado tu amistad.
Gracias a ti, es vuestra historia y vuestro valor el que ha conseguido llevar a Jorge a donde está y sin duda a donde llegará.
Fue un placer ser vecinos!
Alberto, aparte de considerarte mi amigo, ERES MI HEROE, un abrazo